El nacimiento del W16: una innovación de Volkswagen para Bugatti

A finales del siglo XX, Ferdinand Pïech, nieto de Ferdinand Porsche y entonces presidente del Grupo Volkswagen, impulsó el desarrollo de motores con configuraciones poco convencionales. De esta idea surgió el W12, basado en dos VR6 acoplados a un solo cigüeñal. Pero Bugatti, bajo la dirección de VW, llevó el concepto más allá y creó el W16, combinando dos VR8 con cuatro turbos para lograr una mecánica sin precedentes.

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En 2005, el Bugatti Veyron 16.4 debutó con este impulsor, entregando 1.001 CV y convirtiéndose en el primer auto de producción en superar los 400 km/h (407 km/h para ser exactos). Este fue solo el comienzo de una dinastía que evolucionaría durante dos décadas.

Evolución y modelos legendarios

Desde el Veyron hasta el Chiron, el motor W16 pasó por diversas mejoras que incrementaron su potencia y eficiencia. Estos fueron los modelos más icónicos que lo equiparon:

• Veyron 16.4 (2005): 1.001 CV

• Veyron Super Sport (2010): 1.200 CV, récord mundial de velocidad con 431,3 km/h

• Chiron (2016): 1.500 CV

• Divo (2018): 1.500 CV, optimizado para aerodinámica y manejo

• Chiron Super Sport 300+ (2019): 1.600 CV, batió el récord con 490 km/h

• Centodieci (2021): 1.600 CV, homenaje al Bugatti EB110

• Bolide (2021): 1.600 CV, versión extrema para circuitos

• W16 Mistral (2023): 1.600 CV, el último Bugatti con este motor

El adiós al W16 y la llegada del Tourbillon

Con las 40 unidades del Bolide y las 99 del W16 Mistral en producción, el icónico W16 de Bugatti se despide para dar paso al Tourbillon, que montará un nuevo motor V16 de 8.3 litros, desarrollado junto a Cosworth, con 1.000 CV combinados con tres motores eléctricos, alcanzando una potencia total de 1.800 CV.

¿Se terminan los motores extremos?

A pesar del avance de la electrificación, Bugatti sigue apostando por la potencia extrema y la innovación. Con el Tourbillon, la marca promete mantener vivo su legado de velocidad y exclusividad, combinando lo mejor de la combustión y la electrificación.

El W16 ya es una leyenda, pero el futuro de Bugatti promete ser igual de apasionante.