6 de marzo de 2025
El aceite es fundamental para la vida útil del motor, pero no basta con cambiarlo periódicamente: también es esencial controlar su presión. Una presión incorrecta puede provocar desde un mayor desgaste hasta un daño irreversible en el motor. En esta nota, te explicamos cómo detectar irregularidades, las posibles causas y qué hacer en caso de que surja un problema.
El aceite lubrica las piezas del motor y reduce la fricción. Sin embargo, no alcanza con que esté presente: su presión debe ser la adecuada para que el motor funcione correctamente. Una presión demasiado baja o alta puede generar desde sobrecalentamiento hasta fallos mecánicos graves.
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Si el sistema de lubricación tiene problemas, el auto suele mostrar algunas señales:
Luz de advertencia: si se enciende la luz de presión de aceite en el tablero, es una clara advertencia.
Ruidos anormales: el motor podría emitir sonidos inusuales debido a la falta de lubricación.
Pérdida de rendimiento: una presión baja puede hacer que el motor pierda potencia.
Dificultad de arranque en frío: la viscosidad incorrecta del aceite puede afectar el encendido en climas fríos.
Olor a aceite quemado: indica un posible sobrecalentamiento del motor.
Existen varios motivos por los cuales la presión del aceite puede verse afectada:
Nivel bajo de aceite: si el lubricante está por debajo del mínimo recomendado, la presión disminuirá.
Filtro de aceite sucio o mal instalado: puede obstruir el flujo del lubricante.
Problemas en la bomba de aceite: si falla, la presión puede reducirse o aumentar de manera anormal.
Motor desgastado: con el tiempo, el motor pierde hermeticidad y afecta la presión del aceite.
Viscosidad incorrecta: el uso de un aceite inadecuado puede alterar la presión del sistema.
Si estás manejando y la luz de presión de aceite se enciende, seguí estos pasos:
Detenete en un lugar seguro y apagá el motor lo antes posible.
Revisá el nivel de aceite con la varilla medidora.
Si el nivel es bajo, agregá aceite hasta alcanzar la marca correcta.
Si el problema persiste, llamá a un mecánico para evitar daños mayores.
En caso de sobrecalentamiento, podés encender la calefacción al máximo como solución temporal, pero nunca abras el capó de inmediato: esperá al menos 30 minutos para evitar quemaduras.
Para reducir el riesgo de fallas en la presión del aceite:
Revisá el nivel de aceite periódicamente (al menos una vez por mes).
Cambiá el aceite y el filtro según las indicaciones del fabricante.
Usá el aceite recomendado para tu vehículo.
Hacé chequeos preventivos en cada servicio de mantenimiento.
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